"Tú sigue y sigue, cuchillo, volando, hiriendo."
...como quien separó la razón de la locura pensando que unirlos de nuevo sería un simple juego de niños.
...como aquel que algún día pensó que su balsa de cartón resistiría huracanes y tormentas, historias y cuentos.
...como aquel que creyó que para volar bastarían dos alas y pensar en cosas bonitas, que era así de fácil.
Quizás por eso estalló en llamas, enloqueció, tocó fondo y se estrelló. Se perdió -o se echó a perder, no sé- con el tiempo de la mano, jugando a no querer ver, ni sentir, ni escuchar, ni oler... ni saber.
[s.]
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