
-¿Alguna vez te has parado a pensar, te has sentado a plantearte quién eres? -con los pies encima del capó, las manos alrededor de las rodillas y el entrecejo arrugado trataba de explotar las nubes con la mirada, como en aquella película.
-Perdona, ¿decías algo? -y, mientras salía del coche, sacó de la pitillera el octavo cigarrillo en menos de una hora- ¿no tendrás fuego?
-Sí, claro -le extendió una mano con el encendedor, se bajó del capó con su parsimonia habitual y comenzó a caminar con las manos en los bolsillos-. Vamos dentro, hace frío.
[s.]
3 comentarios:
Cuantas veces por bobadas, se nos escapan los detalles que hacen la vida...
Misterioso y extraño, hazlos más largos jodía!
Desde ahora te sigo! =)
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