30 de noviembre de 2010

Conversaciones incompatibles

- ¿Y qué pasa? Pues sí, yo también tengo días en los que hablo por los codos. Y días en los que me gustaría matar a alguien y no decir ni mu. No me mires así, joder, todos tenemos días así. O días en los que te duele la espalda como si te clavasen agujas y un pie como si tuvieses un elefante encima. ¿Y sabes qué? Pero mírame cuando te hablo, no soporto a la gente que mira para otro lado y luego te intenta convencer de que te está escuchando. ¿Y sabes qué? También tengo días en los que me fumaría dos carretas de tabaco y días en los que podría competir en las olimpiadas de gente sana; estúpida y sana. Porque es que hay sanos que dices este es gilipollas. Me vas a decir tú a mí que un humano, que hace miles de años sobrevivíamos a base de lo que cazábamos, ahora puede aguantar un día entero con tres batidos, una naranja y una ensalada. Venga, hombre, no me hagas reír, hay que ser idiota, que donde esté un buen asado... ¿De qué estaba hablando? Ah, sí... Que también hay días de esos en los que piensas ahora vendería los cuatro trastos que tengo en casa de mis padres, me iría a la estación y cogería el primer tren que saliese. Y que le den por culo a todo, que ya me he cansado. Pero luego, en cuanto das el primer paso en esa dirección te vienen a la cabeza todas esas mierdas a las que intentas coger cariño. Yo qué sé, tu ciudad, tu casa, tu carrera... Y te das cuenta de que con esa miseria que te han dado por tus cosas en menos de una semana seguramente estarías mendigando para poder volver a casa. Y luego están los amigos. Que en realidad no hay muchos. A esos supongo que sí que los echaría de menos, pero sólo a dos o tres. El resto ya me puedo ir a Honolulu que no creo ni que se diesen cuenta hasta que necesitasen algo... Lo bueno es que al menos soy consciente de eso. Me da pena la gente que piensa que tiene mareas de amigos detrás; me pregunto qué será de ellos cuando les suceda algo gordo, gordo y malo de verdad. Dios quiera que no, ¿eh? No, espera, déjame terminar ¿te aburro? ¿Te estoy aburriendo? Espero que no, llevo tiempo queriendo hablar con alguien pero todo el mundo tiene demasiada prisa para escuchar a los demás. No sabes cómo te lo agradezco. Bueno, a lo que iba, que me enrollo... También hay días de esos, y esta es la razón por la que no me has visto en un tiempo, en los que prefieres callarte, no decir ni mu. En realidad jode, te jode por dentro, te corroe, porque por fuera haces como si no pasase nada, pero ¿qué quieres? Todo el mundo se merece tomar un descanso de vez en cuando, decir siempre la verdad agota; y no me las quiero dar de nada, de verdad, sólo que si lo hubiese hecho estos días igual alguien había acabado con la cabeza vuelta y tú ya sabes que no apruebo la violencia. Pues me callé, seguí con mi vida e incluso me di algún paseo, rodeé para llegar a casa y pensar a ver qué hago con todo esto... Y de verdad, de verdad que te agradezco que te hayas sentado aquí para escucharme, me has ayudado mucho... Oye, pero mírame te he dicho, que no es tan difícil. A ver cuándo te arreglo la cabeza, que desde que vino la de arriba con el demonio de su hijo se te cae siempre para la izquierda... Si es que no tengo remedio, lo dejo todo para el último minuto.


s.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado, muy bueno, de verdad.
Sí que molaría poder coger un tren y mandar todo a tomar por culo, aunque mi meta para ello está en Irlanda, no preguntes por qué porque ni yo lo sé. Allí todavía no llegan los trenes.

a dijo...

Cuando llegué a Salamanca me di cuenta de lo que dices de los amigos. Existen, pocos pero existen. A veces tienes que aprender a exigirle menos a la gente... ese fue mi fallo. ¿Ahora? Ahora me llevo menos desilusiones y aprecio realmente a quien tengo.

Pero no te vayas a ningún sitio, que tenemos que conocernos mucho más ;)

sara dijo...

Qué bonito! :)
En cuanto a lo de tomarse un descanso de vez en cuando... me lo he tomado al pie de la letra, tengo clase en media hora pero no he cogido el bus, mañana libre! =)
Ah, tía, deseosa estoy de escuchar la historia de los pobres peces :( ya la veré por aquí...
y otra cosa... ALGÚN DÍA ESCRIBIREMOS COMO EL TEXTO QUE HE PUESTO, SEGURO! :)