Pensamientos

Hace tiempo que tengo claro que nada dura para siempre. Las cosas suelen durar menos incluso de lo que esperamos y por eso tendemos a tirar de ellas hacia nosotros; las hacemos nuestras en un intento de protección y nos las pegamos en la frente como seña de identidad. Da igual que hable de una camiseta que nos gusta, una persona o nuestra serie favorita. Quizás es por eso que cuando se acaban, como todo, nos duele (en una u otra proporción, claro).

Y es que todo lo que nos rodea es dinámico, cambia, se mueve y -dato importante- no precisamente a nuestro alrededor... Por eso quizás esta vez lo mejor sea cambiar el punto de vista; disfrutar de todas esas maravillas desde fuera, sin hacernos dueños de ellas pero sabiendo apreciar cada detalle como si lo fuésemos. Implicarnos al máximo pero sin intentar alcanzarlas con la mano para poder ponerlas donde mejor pensamos que quedan, sin manipulaciones, telones ni engaños. Claras, limpias, cristalinas...

¿Que de qué maravillas hablo? No lo sé, eso ya depende de lo que queráis ver cada uno de vosotros... Al fin y al cabo todo es cuestión de práctica.

s.