12 de abril de 2011

Se trata de injertos para humanos

Hay una película.
Está ahí.
La vi hace tiempo.
Es LA película.

Tratándose de mí y de mis aficiones podría ser normal. De hecho, si nos ponemos estrictos, hay miles o incluso millones de películas. Pero no me refiero a eso. Yo hablo de un antes y un después, de una hora y media que cambió mi vida y de mí misma... ¿Que qué egocentrista? Sí, y qué coño, es mi blog. También puedo dejar de inventarme cosas de vez en cuando.

Si dijese en alto -o escribiese en mayúsculas- su título, seguramente muchos haríais un gesto de desdén y pensaríais 'bah'. Otros pocos dejaríais de leer este blog por considerarlo un poco más del montón de lo que era antes. Unos cuantos a estas alturas ya incluso ni siquiera estaréis leyendo esto (por eso mismo me permito el lujo de deciros algo: caraculos). Y por último, supongo que algunos, pero muy pocos, estaríais de acuerdo conmigo... Porque con la cantidad de gente que hay, algunos gustos, por muy raros que sean, tendrán que estar repetidos. Digo yo.

Esa LA película hizo que mi presente sea el que es, que mi pasado haya sido como ha sido y probablemente sea la culpable de que en mi futuro haga cosas que, sin haberLA visto, nunca hubiere hecho. Sus diálogos, de memoria. Su filosofía, en la piel. Su música, en mi cabeza. Algunas personas piensan que no puedes sacarle mucho jugo a algunas películas; yo creo que sí. Creo firmemente que cuando alguna de ellas te cala hondo se queda ahí; el cine, cuando se disfruta, es como un injerto. Pasa a vivir contigo, a formar parte de ti; y tú pasas a ver la vida desde otra perspectiva más rica y, en mi caso, más firme.

Esa perfecta simbiosis en la que tú le entregas algo a elLA, pero ella -en su infinita generosidad- te lo devuelve con creces. Esa simbiosis sólo aparece cuando encuentras tu película-injerto personal. Y hasta que no la hayas visto 10 veces y sigas sacándole jugo, no sabrás que se trata de la pelícuLA.

En fin... se trata de cine. Para mí, la más generosa de las artes.

s.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya me has dejado con la intriga. Te digo LA mía si me dices LA tuya.