11 de enero de 2012

Sleep


Seis meses después. O cinco, no lo sé exactamente y evito contarlo. Equis meses después he vuelto. Y quizás sea por el contraste de temperaturas, de hemisferios o de número de amigos disponibles y sin exámenes... en cualquier caso desde que regresé sólo veo la ciudad en blanco y negro. Quizás la niebla diaria ayude. Y la casi constante temperatura bajo cero también. Por mucho que lo intento, ya no consigo dormir antes de la medianoche sureña. No hay rutina de ningún tipo. Los recuerdos recientes se amontonan en mis arterias y me cortan la circulación. El gorro que hace un mes, en aquel verano casi antártico, había ayudado a mantener mis orejas calientes ahora sólo las aprieta y no me permite oír más que mi propio pulso. Es una sensación como de aturdimiento. La garganta se me hizo un nudo (con lazada) hace algunos días y aún sigue ahí, como si fuese un regalo de Navidad. Qué apropiado. Y me da por volver a escribir sin tener nada nuevo que contar... mala señal.

Sara.


1 comentario:

Diego Fernando dijo...

Heeey, holaa!! Por lo que leo/recuerdo, ya estarás de nuevo por tierras españolas, me alegra mucho pensar que le has sacado el máximo provecho a tu estancia en Chile/Argentina. Por cierto, me hubiera hecho muchisisisisíma ilusión leer la parrafada que me habías escrito, ergo, también me hace ilusión ver en cada entrada eso de "sriesco".

Un abrazo,
Ferxolate!!