
Las camisas ya no se dejan empujar por la brisa, se han cansado de querer escapar; el sol ha perdido sus fuerzas, ya no sabe arrancarle los colores a las flores como antes, y el viento ha dejado de ulular porque ahora prefiere gruñir; las tierras han decidido agrietarse y no dar más frutos, las perdices se han mudado al subsuelo a vivir, donde no llegan los perdigones; la luna y el sol ya no discuten y el sentido ha huido a donde ya nadie le pueda coger... Y aún te preguntas por qué.
s.
Algún día lo va a soltar y se va a estrellar contra lo que debe ser
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