23 de enero de 2011

¿Sentido arácnido o procrastinación?


Como todos los años en estas fechas se acercan los exámenes. Y como todos los años en estas fechas empiezan a suceder extraños fenómenos a mi alrededor. También he pensado que quizás mi organismo, llegado el momento, desarrolle un método de defensa ultra-avanzado que me permite percibir cosas en las que normalmente no me fijaría... Otros lo llaman procrastinación (1), pero yo prefiero pensar que es algo así como un sexto sentido, un sentido arácnido. También es probable que yo no tenga nada que ver, las cosas extrañas simplemente sucedan y yo, que no estoy a lo que tengo que estar, las veo.

El cuatrimestre anterior sufrí la versión española del niño loco alemán tomando la comunión debajo de mi balcón. Esto no hubiese sido extraño si no fuese porque ni debajo de mi balcón hay una iglesia, ni un restaurante de banquetes ni tan siquiera un local comercial. Pero eso no impidió a los padres de tal criatura invitar a todos los amigos a traer una silla de jardín (o taburete) a esta calle peatonal completamente solitaria, monótona y alejada del centro. Por si esto fuera poco, mientras los padres cantaban en plena calle los hijos habían escogido el balón más duro de los balones del mundo y habían decidido jugar al fútbol con la pared que se encuentra inmediatamente debajo de mi balcón, con la consecuente vibración del cristal de mi habitación y todos los móviles, espejos, cuadros y objetos decorativos colgados en paredes y techo. Cada vez que aquel endemoniado balón colisionaba con la pared a mí me parecía acercarme un poco más al fin del mundo. Por último, no nos olvidemos de la estridente voz (y de su volumen) que el niño antes mencionado solía gastar... Pero en español. Y yo, mientras tanto, estudiando análisis del entorno social y su evolución histórica (2).

Por suerte, a nadie le apetece celebrar la comunión a -5º C, por lo que este cuatrimestre no tengo a nadie ajeno a mí impidiendo mi estudio. Por desgracia, me he dado cuenta de que me valgo yo sola para ello. En las últimas 24h se han dado en los alrededores de mi casa diversos fenómenos paranormales -o no- que no me permiten estudiar de la manera fluida y continuada que yo quisiera. Así que de nuevo vuelvo al tema de antes: ¿tengo un sexto sentido? ¿o será simple y llana procrastinación? Sea lo que sea, cada vez que algo de esto sucedía una fuerza me impulsaba a venir aquí a contarlo o a desarrollar una tesis sobre ello en mi mente.

Como no quiero que ninguno de estos fenómenos se pierda en el olvido, pero tampoco quiero perder -más- mi valioso tiempo de estudio desarrollando estos complicados tratados, he decidido escribir este post in memoriam. Porque no todos los días se 'posa' debajo de tu ventana un niño chillón (¿qué me pasa con los niños?) que habla al revés de modo que sólo sus amigos -normales y no chillones- le entienden. Y ¿por qué las fajitas en la tostadora sueltan más humo que una simple tostada de pan? ¿Es necesario? ¿O es una simple estrategia de estas astutas tortas para que las saquemos de semejante tortura? ¿Y Por qué sólo en estas fechas me apetece hacer fotos o tocar la guitarra como si me fuese la vida en ello? (Aunque esta es una que todos hemos pensado alguna vez). Y ¿aquél cuadro de mi retrato (3)? ¿Por qué se cayó? No había corriente de aire alguna, nadie más en casa, ni siquiera estaba colgado de un clavo, si no apoyado en una estantería... Ese suicidio retratil ¿es fruto de una baja autoestima por no estar colgado como los demás cuadros? Y la peor de todas: ¿por qué en exámenes se me dispara la imaginación como nunca?

s.

(1) Es una palabra que no suelo utilizar, pero que al llegar las épocas de exámenes aparece en mi vida diaria cual turrón en Navidad.

(2) No entiendo por qué utilizan ese eufemismo. A mí ese nombre me aterra igual que si me dicen que la asignatura se llama 'historia'.

(3) Que no está hecho con un 6 y un 4, que está hecho a carboncillo y en él me falta un diente. No por la caída, si no porque en la foto yo tenía 12 años.

2 comentarios:

Bea dijo...

Creo que son cosas que a todos nos pasa...
¿Por qué a unos niños se les ocurre ponerse a gritar como pajarracos JUSTO el día antes de un examen? (y eso que vivo en un 3º)
¿Porque cuando me pongo a estudiar me empieza a doler la cabeza como nunca? La parte buena, dejo de estudiar, me pongo a leer tu blog y descubro estas pensando lo mismo que yo, solo que yo no sabría plasmarlo tan bien. ¡Me encantas!
Mucho ánimo!

Anónimo dijo...

Me alegra ver que no soy la única persona en blogger a la que la da por desvariar de vez en cuando :P
Buena entrada, me he reído un rato.
En fin, y ahora, a procrastinar un rato más. (Reconozco que he tenido que buscarla en el diccionario, pero me ha enamorado, la palabreja)