29 de mayo de 2011

El Dominical Des-enmascarado


Ayer, las máscaras se cansaron de ser máscaras. Es decir, no se cansaron de su condición física, si no que decidieron huir. Dicen estar cansadas de servir para ocultar sentimientos y esconder todo tipo de secretos turbios. Por eso tomaron la decisión de descubrir los rostros, dejaron de hacer su función. El primer caso del que tenemos constancia es el de una chica que, mientras compraba un kilo de naranjas, se vio sorprendida por tamaña rebelión. Algunos testigos afirman que nada más darse cuenta se cubrió la cara con las manos y, de inmediato, muchas de las máscaras circundantes comenzaron a unirse. De esta forma y tomando vida propia, dejaron a cientos de personas con el rostro al descubierto sumiendo al supermercado en el caos absoluto.

En pocos minutos, la rebelión se extendió al resto de la ciudad y del país y, desde entonces, hay personas deambulantes que intentan regresar a su rutina diaria sin saber quiénes son: viven desnudas de cara y de alma. Los más rápidos en reponerse de semejante susto insisten en que antes también estaban desnudos; Joaquín Rodríguez, el ya presidente de la Asociación de Víctimas del Desenmascaramiento, declara que "cuando llevas una máscara puesta es como si llevases el traje nuevo del emperador: todo el mundo cree ver algo que no eres porque la seguridad y la protección que te proporcionan son muy atractivas, sin embargo éstas no son si no meras ilusiones capaces de reflejar personalidades grandiosas, cuando evidentemente no es así".

También hemos encontrado máscaras deambulantes pensando por sí mismas y, aunque algunas personas las consideran un peligro, ellas insisten en los tintes de conspiración paranoica que esa actitud podría tener: "Es cierto, para algunos siempre ha sido peligroso que los demás piensen por sí mismos... aunque quizás lo realmente peligroso sea ese tipo de gente que intenta evitarlo insuflando pensamiento gratuito y prefabricado a quien no tiene tiempo de crear sus propios principios" declara una máscara.

A última hora de la noche y con esta edición a escasos minutos de su cierre, la redacción del Dominical Des-enmascarado recibió el siguiente mensaje:

Máscaras buscan dueños sensatos que quieran utilizarlas con fines lúdicos; piden que se piense en ellas, no a través de ellas; no quieren más ser partícipes de farsas y vidas improvisadas tras su sombra. Interesados, contacten con el Dominical. Absténganse ex-enmascarados.

Esperamos nos ayuden a la difusión del mismo.
Seguiremos informando.

s.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Oh! Pretty good, miss Riesco.

(Lo tengo que poner en inglés porque no se le puede añadir nada en español a tu texto, lo dice todo.)